La Herrería de Compludo

Compludo es un pueblo de  la comarca de El Bierzo situado a 21 kilometros de Ponferrada. Arquitectónicamente en esta localidad nos podemos encontrar con la Iglesia de San Justo y Pastor y la Herrería de Compludo. La Iglesia de San Justo y Pastor data del siglo XVI, de esta iglesia hay que destacar  los detalles góticos y renacentistas, y su retablo, uno de los más antiguos de El Bierzo. La pieza  más importante de esta Iglesia es el Calvario Románico de nogal que se conserva en el Museo Diocesano de Astorga.
La Herrería, excelentemente restaurada, es declarada monumento nacional en el año 1968, situada a la entrada del pueblo, para acceder a ella, seguimos un sendero  que transcurre por la orilla del rio. Una vez allí, nos encontramos  una fragua con un funcionamiento similar a la actividad siderúrgica de la edad media, se conservan en perfecto estado el mazo movido por una rueda hidráulica y la fragua con trompa Catalana a la cual se le inyecta aire segun el principio de Venturi.
Los orígenes de la hereria según su emplazamiento y a raíz del XIII centenario de San Fructuoso, se asocia con los orígenes del monasterio de Compludo fundado por el Santo durante la VII Centuria. Esta hipótesis se ve fundamentada por dos publicaciones, “Compludo un pueblo Leones con historia” y “San Fructuoso y su tiempo” escritas por  cuatro ilustres escritores leoneses.
En un informe de la Real Academia de Bellas artes de San Fernando anterior a la declaración de monumento histórico en 1968, no se encuentran datos concretos que permitan fijar la antigüedad de la herrería, pero si contiene un estudio sobre los posibles antecedentes históricos de la rueda motrid, que coinciden con las empleadas en la industria del medioevo, y el sistema hidráulico es similar al utilizado en las forjas catalanas introducidas por los Romanos en el siglo primero de nuestra era. En este informe se habla también de los materiales utilizados en su construcción, los cuales  parecen ser de épocas antiguas y no recientes.
Todas las hipótesis se vienen abajo por los últimos estudios realizados por los historiadores Jose A. Balboa y Angel Soto Carbajo, los cuales situan el nacimiento de la herrería en el siglo XIX, basándose en varias publicaciones antiguas en las cuales no se hace referencia a la Herreria y en el catastro de principios del siglo XIX en el cual no aparece la construcción.
Lo que hace especial esta herrería es  el aprovechamiento del agua, por medio de  un sistema muy rudimentario, destinado a la creación de forja. Las aguas son canalizadas hacia el interior de la herrería por una rústica obra de mampostería. Una vez en el interior la corriente de agua, por el efecto venturi, crea una corriente de aire que es lo que hace funcionar la fragua avivando el fuego. El agua, una vez dentro, en un paso posterior

sirve como motor para mover las inmensas aspas, que hacen que el eje de nogal, con un martillo pilón en el extremo, golpee el yunque. Este proceso tan singular, junto con el paraje en que se encuentra hacen muy interesante la visita a esta Herrería.